Antes de ser detenido por funcionarios policiales de la administración de Nicolás Maduro, Luis Daniel García, de 20 años, se dedicaba a la sublimación de franelas y tazas en un pequeño emprendimiento familiar en La Hoyada, en Caracas.
El pasado 6 de agosto, nueve días después de las cuestionadas elecciones presidenciales, a Luis Daniel lo contactaron a través de Facebook para la sublimación de 60 franelas con la imagen de María Corina Machado, pero el joven se negó, alegando que ellos no trabajaban con temas políticos.
La persona que lo contactó por Facebook, al ver la negativa, cambió de opinión y le pidió que le sublimara solamente dos franelas tricolor con la palabra “libertad”. A Luis Daniel no le pareció que hubiese algo malo en la propuesta y aceptó hacer el trabajo.
Sin embargo, a los pocos minutos de haber sublimado las camisas, dos funcionarios policiales (una mujer y un hombre) llegaron al negocio y dijeron “positivo”, Inmediatamente, pidieron refuerzos y se llevaron detenidos a Luis Daniel, la novia, la suegra y la cuñada.
“Cuando llegaron al local se llevaron tres impresoras, las planchas, una laptop, el teléfono iPhone. Al frente estaba la mamá de la novia de mi hijo, le quitaron tres docenas de camisas y 40 dólares que ella había hecho en ese día”, detalló Yasmely García, madre de Luis Daniel, en entrevista para Runrun.es.
Víctimas de extorsión policial
Las extorsiones policiales en el contexto postelectoral han sido denunciadas en varias ocasiones por familiares que, desesperados por ver a sus familiares en libertad, acceden a chantajes y falsas promesas. Yasmely no fue la excepción.
Comentó que cuando estaban en la comandancia policial eran amedrentados con el “psicoterror” de que iban a pasar 30 años encerrados. Y les insistían en que si querían “negociar” debían conseguir 20 000 dólares en efectivo, una suma bastante alta para una familia que trabaja fuertemente para poder sobrevivir.
Yasmely indicó que “luchando y buscando de un lado para otro” solo pudieron conseguir 5 000 dólares. Pero por esa suma solo dejaron en libertad a las mujeres que se llevaron detenidas junto a Daniel.
“La policía me engañó, me dijo que él no tenía delitos, que lo iban a soltar, que me quedara tranquila, pero todavía mi hijo sigue detenido, pasé 39 días sin poder verlo y ni llevarle ni agua”, dijo.
Yasmely resaltó que Luis Daniel no es ningún “terrorista” ni “incitador al odio”. Aclaró que llegaron de oriente a Caracas a trabajar honradamente y salir adelante.
“Los policías se están aprovechando de la situación para extorsionar, para dañar psicológicamente a nuestros hijos haciéndolos quedar como malandros. Ellos son los incitadores al odio, ellos son los terroristas”, señaló la madre de Luis Daniel.
A Luis Daniel, al igual que a otros detenidos luego del 28 de julio, lo pasearon por varias cárceles. Primero estuvo dos días detenido en el módulo policial de Petare. Después pasó 15 días en la Zona 7 en Boleíta, en donde también los policías le quitaron 700 dólares con la promesa de liberarlo. El 25 de agosto lo trasladaron a la cárcel de Yare, en el estado Miranda y, finalmente, se lo llevaron a Tocorón, en el estado Aragua.
Cuando Luis Daniel estuvo en Zona 7, comentó Yasmely que un preso le prestó un teléfono a su hijo. De esa manera fue que ella se enteró que a su hijo lo habían presentado y que la audiencia había sido telemática.
La última vez que Yasmely pudo ver a su hijo fue a través de un vidrio, ya estando en Tocorón. El pasado 3 de agosto, el gobernante Nicolás Maduro pedía “máximo castigo” para los 2000 detenidos que había para la fecha en las protestas poselectorales y mencionaba que un lote sería trasladado a ese peligroso recinto.
“Esta vez no habrá perdón, esta vez habrá Tocorón”, espetaba el gobernante en un acto público. Y, al parecer, se cumplió su promesa.
Familiares y distintas ONG han alertado que en Tocorón las condiciones de reclusión violan los derechos humanos y que los detenidos son maltratados. Los presenten en audiencias repentinas, de madrugada, según denunció el Observatorio Venezolano de Prisiones, y les repiten frases como “por terrorista, te vas a pudrir en la cárcel”.
Yasmely informó que el agua que les están dando a los detenidos no es apta para el consumo humano y, en medio del llanto, exigió la liberación de Luis Daniel.
“Hace 15 días me llamó triste y llorando para decirme: ‘Mamá, aquí nos tienen engañados, estamos secuestrados’”, comentó.
La señora también pide que se le permita la defensa privada, porque “el abogado que le asignó el Estado no está haciendo nada”.
Obligados a firmar
La madre de Luis Daniel también denunció que a todos los que están detenidos en el Centro Penitenciario de Tocorón los están obligando a firmar una hoja en blanco para que admitan su culpabilidad en los cargos que se les acusan y que no vayan a juicio.
“Los están amenazando y si no firman, los están golpeando. Ellos no son culpables y no tienen que echarse culpa de nada”, dijo.
Yasmely cuestionó el llamado de Nicolás Maduro a tener unas “navidades felices”. Argumentó que es imposible pensar en celebrar las fiestas navideñas cuando hay tantas madres venezolanas sufriendo por sus hijos.
“Tengan compasión. Hemos ido a los recursos humanos, nos hemos movido a todos lados y no hay respuesta. Por favor, ayúdenos. Ayúdennos, por favor. Les habla una madre con el corazón en la mano”, expresó finalmente la señora García.

Luis Daniel García,
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