A sus 73 años, Claudio Ranieri no ha dudado ni un momento en hacerse cargo hasta final de temporada de una Roma ‘tocada’, deambulando por la Serie A y tras la destitución de dos entrenadores, De Rossi y Juric.
El veterano entrenador explicó cómo fue el proceso y su decisión. “Había dejado los banquillos y tuve más llamadas ahora respecto a cuando gané la Premier con el Leicester. Le dije a todos que no y solo podía regresar en dos casos: Roma y Cagliari. El destino quiso que comenzara aquí y que terminaré aquí como entrenador y directivo”, en referencia a que cuando acabe esta campaña, pasará a ser asesor de los propietarios.
Una de las preguntas más esperadas hacía referencia a un ídolo como Francesco Totti, quien hace unos días dijo que está dispuesto a jugar a sus 48 años y que tenía ofertas, aunque su posible regreso estaría más enfocado hacia los despachos que en el terreno de juego. «Por el amor de Dios, ¿por qué no? Si nos puede echar una mano, veremos, yo no me cierro a nada, pero esto no significa que Francesco regresará”, dijo Ranieri.
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También se le cuestionó si contaría como ayudate con Daniele de Rossi, quien comenzó la temporada con la Roma pero fue destituido. “De momento soy el entrenador y no pienso en otra cosa, no quiero ilusionar a nadie. Ahora es mi trabajo, luego veremos. Hemos hablado y volveremos a hablar. Es una gran persona”, afirmó.
Finalmente, habló sobre su sistema de juego: «Ya no hay un sistema único, no sería honesto anunciar qué dibujo utilizaré. No es cuestión de dibujos, es de jugadores: quiero ver que escupan sangre en el campo, que nunca se rindan, también cuando las cosas van mal. Soy hincha antes que entrenador. Una vez ganaba 3-0 en Génova y perdí 4-3. Entré en el vestuario y dije: ‘señores, adiós’. Necesitamos apoyo de nuestros hinchas, jugar en casa con pitos es lo más difícil del mundo».
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