Este pasado fin de semana la Premier League quiso volver a hacer campaña en favor de la causa LGTBI+ y todos los capitanes de todos los equipos de la máxima categoría del fútbol inglés (20) lucieron el brazalete del arcoíris en sus brazos. Todos menos uno: el capitán del Ipswich Town Sam Morsy. El egipcio, musulmán practicante, se negó a ponérselo por motivos religiosos durante el partido ante el Nottingham Forest.
Morsy (derecha), durante el partido ante el Forest
La Premier, que trabaja por la inclusión de la comunidad LGTBI+, que tradicionalmente se ha topado con un ambiente hostil, sobre todo en el mundo del fútbol, ya lleva 11 años con esta iniciativa, en general bien acogida por los jugadores. Siempre hay excepciones, y Morsy es una, aunque no la única. El Ipswich Town, amenazado por el descenso, ha querido subrayar su compromiso con la campaña a pesar de la negativa de su capitán.
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«El Ipswich Town Football Club se compromete a ser un club totalmente inclusivo que dé la bienvenida a todos. Estamos orgullosos de apoyar la campaña ‘Rainbow Laces’ de la Premier League y de apoyar a la comunidad LGBTI+ en la promoción de la igualdad y la aceptación», afirma un portavoz.
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