Míchel Sánchez habló en la previa del duelo de Champions League ante el PSV Eindhoven, consciente del desafío que les espera en el Philips Stadion. “El PSV lleva dos años sin perder aquí, fíjate de lo que hablamos. Es un equipo que nos pondrá la máxima dificultad porque tienen una presión muy alta y un ritmo de juego muy elevado. Tendremos que hacer un gran partido si queremos sacar algo de aquí”, señaló Míchel, remarcando la importancia de la mentalidad y motivación para competir al máximo nivel: “La ilusión nos hará sacar nuestra mejor versión, pero tenemos que saber hacer bien las cosas si queremos mirarles a la cara”, añadió.
El técnico también se refirió a las expectativas del encuentro y a la situación de su equipo en la Champions. “Mañana tenemos muy poco que perder y mucho que ganar. El PSV es un histórico que ganó la Copa de Europa al Real Madrid y estoy convencido de que el equipo, junto a los jóvenes como Minsu, Selvi o Enric Garcia, nos van a ayudar”, apuntó, refiriéndose también a los canteranos. “Da igual que el marcador vaya a favor o en contra, si el equipo necesita energía jugarán”, aseguró.
Sobre la posibilidad de que el Girona se haya acostumbrado a jugar en Champions, Míchel admitió que el equipo aún vive esta experiencia con incredulidad. “Nosotros estamos en una nube y es algo a lo que no estamos acostumbrados ni de lejos, estamos a mucha distancia de normalizar esta situación porque esto, para nosotros, es un sueño. Siento que estoy viviendo algo histórico”, confesó.
También valoró el reconocimiento que han recibido por la histórica campaña del año pasado. “Es un orgullo que todos recuerden lo que logramos. Estamos en un proceso de mejora y crecimiento, buscando ser igual de reconocibles”, indicó orgulloso. “Estar en tres competiciones y las circunstancias nos han perjudicado en algunos aspectos, pero nuestra gente se va a sentir bien representada”, afirmó.
En cuanto a las bajas, el técnico prefirió ser cauto con jugadores como Solís y Tsygankov, quienes no están listos para el ritmo que exige el PSV. “No queremos forzarlos, preferimos esperar al fin de semana. El ritmo del PSV es muy alto y sería una exigencia demasiado grande para ellos”, confesó, por lo que se centraran en competir con los que tienen y ver las cosas más claras tras el próximo parón.
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Finalmente, destacó la capacidad y experiencia de su plantilla: “Tenemos la suerte de que la mayor parte de nuestros jugadores han tenido grandes carreras, incluso mediáticas. Hace poco hablé del miedo que tenía por los elogios del año pasado, pero el nivel no bajó porque en su ADN está la responsabilidad de jugar grandes partidos”, valoró. El técnico evitó hacer cálculos sobre la clasificación, pero subrayó la importancia de competir al máximo: “No me pongo a hacer números, solo queremos hacer un gran partido. Sé que no venimos con toda nuestra energía, pero tenemos mentalidad para este desafío, así que no miro más allá”, pidió. Quiere que el Girona compita y no pase desapercibido en la Champions.
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