Silbidos a un Real que no se aclara, por Santi Nolla – Futbol

El público del Madrid comenzó silbando el himno de la Champions (interpretan que la UEFA no dio el Balón de Oro a Vinicius) y acabó silbando al equipo en la Champions. En los dos últimos partidos en el Bernabéu, el equipo de Ancelotti ha encajado siete goles: cuatro del Barça y tres de un Milan con un gran Leao en ataque, Theo por banda y Maignan en la portería. El Madrid no se aclara: todavía no ha conseguido integrar a Mbappé y una de las estrellas del Bernabéu frente a los italianos fue Lunin.

Vinicius vio la tarjeta amarilla en un mal día, aunque provocó y marcó un penalti y despertó muy al final, mientras Mbappé no justifica su fichaje. Hay una cuestión clara desde hace mucho tiempo: Vinicius y Mbappé juegan en el mismo sitio. Eso se sabe antes de que el francés fichara. Ancelotti no ha conseguido integrar a los dos futbolistas ni a Bellingham este año. Sufre por las lesiones de Courtois y Carvajal, dos bajas notables, pero no tiene fútbol. Ante el Milan, el Real intentó adelantar la línea y la presión a los defensas italianos y Leao y Theo fueron rompiendo el esquema. El equipo blanco no juega a nada. Todo el Bernabéu está a la espera del desborde de Vinicius o de algo de Mbappé, pero no hay un concepto futbolístico sólido detrás de las individualidades.

El Liverpool hundió a Xabi Alonso y tampoco fue un gran día para el City Group. El Girona de Michel perdió ante el PSV y encajó cuatro goles, los mismos que el Manchester de Guardiola y Haaland, que estrelló un lanzamiento de penalti en el larguero. El nuevo técnico del United, Rúben Amorim, le ganó la partida a Pep (la baja de Rodri es muy notoria) con el Sporting gracias a un ‘hat-trick’ de Gyökeres en uno de los resultados más sonados de una jornada marcada por los emotivos minutos de silencio que se hicieron en homenaje a las víctimas de la DANA de Valencia. El Barça y el Atlético tienen la oportunidad de devolver el triunfo a LaLiga en Europa. Los blaugrana regresan al escenario del ‘Pequeño Maracaná’ donde Schuster y Maradona entusiasmaron vestidos de blaugrana en la década de los 80.