La imagen de Robin Le Normand entrenando sobre el césped con sus compañeros ha sido la más positiva de la semana del Atlético de Madrid, que este viernes ha completado el último entrenamiento antes de tener el fin de semana libre, aprovechando el parón liguero por los compromisos de las selecciones nacionales.
También estuvo el central francés sobre el césped, aunque tras 15 minutos con el grupo, como en días anteriores, se dirigió al campo amexo acompañado por el ex jugador José Ignacio Zahínos, ahora recuperado del cuerpo técnico, para seguir trabajando otros aspectos junto a él.
Obviamente, la noticia ha ilusionado a todos en el Atlético de Madrid, porque eso significa que su recuperación va por buen camino. El internacional español recibió a finales de septiembre un fuerte cabezazo de Tchouameni en un balón dividido que le provocó un traumatismo craneoencefálico con hematoma subdural y las pruebas médicas a las que se somete de manera rutinaria dan buenos resultados.
A pesar de todo, en el club colchonero siguen manteniendo la prudencia con todo lo que rodea a Le Normand. La herida está cicatrizando y el edema se está absorbiendo, pero en el Atlético dejan claro que no se va a correr ningún tipo de riesgo con el jugador, priorizando de manera absoluta su salud, y evitan dar una fecha para que reciba el alta médica. Aún no realiza ningún ejercicio que requiera el más mínimo contacto con sus compañeros.
Las previsiones más optimistas indican que a finales de mes podría reaparecer y que podría llevar un casco, como en su día el portero Petr Cech, pero nadie se atreve a asegurarlo porque se trata de una lesión compleja y que tal y como indicamos el primer día, no permite dar plazos en lo que a una recuperación completa se refiere. Las sensaciones son buenas y se le está viendo a un buen nivel físico en los entrenamientos, pero en el Atlético todos prefieren ir con pies de plomo con Robin Le Normand.
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