El Girona sufrió una dura derrota por 4-0 ante el PSV Eindhoven en un partido de Champions que evidenció la diferencia entre ambos equipos, especialmente tras la expulsión de Arnau en la segunda mitad. Míchel Sánchez analizó el encuentro y aunque mostró autocrítica, destacó el trabajo de sus jugadores.
Sobre el desarrollo del partido, reconoció que el inicio fue prometedor: “La primera parte ha sido muy buena para los dos equipos y la ocasión más clara ha sido nuestra. Luego creo que nos han superado y el 2-0 nos ha marcado el devenir del partido, como la expulsión”, explicó. Consideró que salieron de presiones muy buenas, pero sufrieron su verticalidad y la inferioridad numérica. “Hasta la expulsión el trabajo ha sido muy bueno, pero en esta competición los pequeños detalles marcan mucho más y no tengo nada más que decir, porque han sido superiores”, añadió.
El entrenador también reflexionó sobre el estado del equipo y los desafíos que plantea la competición: “Necesitamos seguir creciendo como equipo. El escenario era increíble y dentro del sufrimiento lo hemos disfrutado, vamos a pelear por estar en la segunda fase, por difícil que sea”, aseguró el técnico, creyendo que son capaces de pelear cualquier partido y por eso quieren seguir recuperando efectivos, para poder competir a un nivel muy bueno. “Les he dicho que no miren la derrota, aunque duela el 4-0. Sé que en el vestuario hay impotencia”, reconoció.
El debut del joven Selvi fue uno de los aspectos positivos que Míchel quiso destacar: “Selvi ha sido uno de los mejores del equipo, pero no podíamos dejar a menos de siete jugadores de la primera plantilla sobre el campo”, valoró. La gran noticia, también, fue la vuelta de Jastin. “Creemos que es un jugador que nos va a dar mucho y se merecía debutar en Champions”, celebró.
Respecto a la actuación de Arnau, Míchel fue claro: “Arnau tiene una gran mentalidad, pero hoy no ha dado su mejor versión. No pasa nada, hemos jugado sin miedo ante un gran rival y no he visto a mi equipo con un punto menos de juego o de querer ser nosotros mismos”, indicó el míster, por eso cree que no puede decir nada a la plantilla. “No siento que esta competición nos venga grande”, aclaró, defendiendo la actitud de sus jugadores y la personalidad que mostraron, a pesar de las dificultades.
La carga de minutos y el esfuerzo físico también fueron temas que preocuparon: “Con tantos minutos de juego y partidos cada tres días no es fácil la recuperación. A nivel de mentalidad necesitamos un último esfuerzo hasta el domingo, porque luego podremos descansar en el parón. Necesito energía mental, porque físicamente creo que estaremos bien”, pidió. El técnico dejó claro que el equipo está comprometido y enfocado en aguantar hasta el descanso que traerá la pausa internacional.
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Sobre los cambios realizados durante el encuentro explicó que fueron por descanso, a diferencia de otras veces. “Cuando nos hemos quedado con diez hemos cambiado un poco y ha sido para recuperar y meter algo más de energía en el campo. Bryan viene de lesión y ya ha hecho esfuerzos muy grandes, al igual que con Miovski o Van de Beek. No me ha dado tiempo de querer darle la vuelta al partido, por eso he priorizado el descanso”, añadió. Las decisiones, según él, fueron necesarias para cuidar el físico de sus jugadores y seguir afrontando la temporada con opciones.
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