El Girona se vio, en Champions frente al PSV, superado como pocas veces se recuerda, al menos desde la llegada de Míchel al banquillo del equipo catalán. Desde la derrota de la temporada pasada en el Bernabéu (4-0), compartiendo resultado con el compromiso frente a los neerlandeses, no se veía sufrir de tal manera a los hombres de Míchel, que cayeron dolorosamente a pesar de dejar una primera parte con el aprobado.
El técnico vallecano se ha empeñado, desde el inicio del curso, en procurar que sus jugadores olviden rápidamente lo sucedido en el torneo europeo. Lo cierto, sin embargo, es que deben mirar hacia atrás para entender las claves de la derrota en Eindhoven:
Las lesiones
Uno de los factores más evidentes y que, paralelamente, impiden competir de la misma manera en cualquier competición, dejando en cada once piezas cambiadas de posición para poder construir un esquema sobre el césped. El equipo lleva varias semanas superando la decena de bajas, con jugadores claves encabezando la lista.
El cansancio
Viene provocado por dos factores: las lesiones y el cansancio. Las ausencias obligan a que sean unos pocos los que acumulan el mayor grueso de minutos, entrando en un círculo vicioso que, en muchas ocasiones, confirma la norma. Mientras menos descanso y más carga, más opciones de romperse.
Michel, en un momento del partido ante el PSV
La expulsión
Fue uno de los dos condicionantes más claros durante el devenir del partido. La primera amarilla a Arnau fue por preguntarle al colegiado si la acción del contrincante merecía tarjeta. La segunda cartulina, fue clara y el equipo, que no parecía tener opciones de revertir la situación, se vio en una situación más dificultosa.
El lugar
El PSV no pierde en su casa desde hace dos años y demostró ser el fortín que dejó en su carta de presentación. Además, el rival llegaba tras perder el único partido de la temporada frente al Ajax y los jugadores quisieron devolver la alegría a una afición que perdió uno de los partidos más importantes del curso.
La inexperiencia
El club es novato en la competición donde cada año se reúnen los mejores equipos de Europa y cuenta con muchos jugadores sin experiencia en este tipo de torneos.
David López se duele de un golpe en el partido ante el PSV
El calendario
Jugar cada tres días no permite preparar los partidos ni entrenar de la misma manera. Los hombres de Míchel han reducido considerablemente las sesiones de entrenamiento, centrándose más en las sesiones de vídeo para reducir cargas y ganar tiempo.
La normativa
El técnico vallecano hubiese dado entrada a nuevos jugadores para aportar un plus de energía al equipo. No pudo hacerlo porque la norma obliga a tener sobre el campo a siete jugadores del primer equipo, algo que no hubieran cumplido con más canteranos sobre el terreno de juego.
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Los errores defensivos
Especialmente en los dos primeros goles el equipo pecó a nivel defensivo, el otro condicionante que nombró Míchel tras la finalización del encuentro.
Lo que viene
Tras el parón, el calendario sigue apretado con compromisos de alta exigencia: duelo frente al Espanyol, ‘final’ en Champions frente al Sturm Graz por seguir con opciones de pasar a la siguiente ronda, Villarreal, Real Madrid y Liverpool.
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