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Un informe del Museo del Prado ha determinado que es falso, su autor desconocido y su precio de no más de 22.000 euros.
Un nuevo caso vuelve a involucrar a un Caravaggio, una obra del maestro de la pintura de Milán. Sin embargo, en esta ocasión la noticia es que es falso y que fue utilizado para una presunta estafa. Así lo han determinado los expertos del Museo del Prado de Madrid, una de las pinacotecas más prestigiosas del mundo.
El cuadro llegó a sus manos después de que se iniciara un proceso judicial. Una marchante de arte convenció a unos inversores de que era un auténtico Caravaggio y se lo vendió por el minúsculo precio de 275.000 euros. Toda una ganga, teniendo en cuenta que el último descubierto en España fue comprado en 2024 por 36 millones de euros.
El Museo del Prado ha concluido ahora que la obra cuestionada es fruto de un pintor anónimo italiano de la primera mitad del siglo XVII y que, tanto por su autoría como por una «factura no especialmente refinada», no vale más de 22.000 euros, según informa El Confidencial. El dictamen acerca al banquillo a la marchante y a sus tres cómplices.
Dos años de investigación
Los hechos que la justicia investiga se remontan a febrero de 2023, cuando una marchante, identificada como Herennia Trillo, vendió la pintura ‘Ecce Homo con dos sayones’, de 36×29 centímetros, por 275.000 euros.
Apenas un año antes lo había adquirido en una casa de subastas de Madrid por 16.939 euros, después de que nadie pujara por ella.
Para convertir un cuadro anónimo que no despertaba ningún interés en todo un Caravaggio, Trillo contó con la ayuda de tres personas: la primera se presentaba como experta y aseguraba que había trabajado en la Galería Uffizi de Florencia, Sara Muñoz, que dio veracidad a la atribución; el segundo, José Luis de León, empresario hostelero y pareja de Muñoz, que fue quien adquirió el cuadro inicialmente en 2022; y por último, David Badía, un galerista de Madrid que habría ayudado con la falsificación de facturas para camuflar el ingreso de los 275.000 euros de la venta.
Urgencia en la venta y un cuadro no entregado
Trillo gestionó la venta por un precio tan reducido, para tratarse de una supuesta obra del maestro italiano, apelando a la urgencia de la operación y a que había otros inversores interesados en la compra.
Sus víctimas le transfirieron el dinero en apenas 48 horas. 20.000 euros a José Luis de León y el resto a la marchante, si bien esta se quedó en depósito el cuadro, que nunca llegó a ser entregado.
Trillo se negó a que lo analizara un perito independiente contratado por los compradores y poco después les dijo que un experto de Florencia lo atribuía a un discípulo de Caravaggio, pero que su valor no descendía en ningún caso de los 500.000 euros.
Tras la negativa a la entrega del cuadro y las numerosas dudas sobre su autenticidad que comenzaron a surgir, los compradores interpusieron una querella por estafa en agosto de 2023.
En junio de 2024, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil registró la vivienda de la intermediaria y encontró el lienzo «envuelto en papel burbuja sin cerrar y papel de envolver marrón, en una bolsa de tela». Al parecer, la marchante pretendía enviárselo a sí misma a Neuchatel (Suiza).
Ahora Herennia Trillo, junto a sus colaboradores, está siendo investigada en un juzgado de Madrid por los por delitos de estafa y organización criminal. El pasado mes de noviembre prestó declaración ante la corte y negó la estafa. Sin embargo, los resultados de las pesquisas y el reciente informe del Museo del Prado parecen contradecir su testimonio.
Para Trillo no es la primera vez que se sienta delante de un juez por unos hechos similares. En 2019 le acusaron de estafa por subastar por 18.000 euros un cuadro atribuido a Ignacio Zuloaga. En realidad se trataba de una obra de otro autor que había sido vendida por 50 euros. En aquella ocasión resultó absuelta.
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