El periplo de Julen Guerrero en el Amorebieta duró una decena de jornadas. Con una victoria y el equipo en descenso, el club zornotzarra movió ficha y destituyó al exleón. El portugalujo se encontraba “con mucha ilusión”, en los encuentros tuvieron “fases muy buenas” y, en su opinión, los azules merecieron “mejores resultados” de los que obtuvieron. “Pero ya está. Las cosas han venido así y a pasar de página”, sentenció en la inauguración de las nuevas instalaciones de Emen4Sport en Deusto (Bilbao).
¿Recibió alguna explicación desde el Amorebieta? “Me imagino que solo se escudarían en los resultados. Tampoco me gusta mucho discutir las cosas. Cuando se toman las decisiones, pues ya está”. La difícil vida del entrenador. Guerrero, eso sí, se marcha “contento” con el trabajo realizado. Ahora toca “analizar cosas, preparar y a por el siguiente reto”.
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Aunque no será sencillo. La normativa española pone trabas al respecto. “La pena es que a pesar de que hay gente que ya ha querido hablar con nosotros, no podemos entrenar. Me ha pillado un poco así y no lo comparto mucho. Que en octubre te quedes sin trabajo y no puedas entrenar hasta julio… es algo que hay que mirar, sobre todo en ciertas categorías. Pero las cosas están como están y no podemos hacer nada”, explicó Guerrero.
Si no puede ser en España, quizá sea en el extranjero. En clubes y en selecciones. El jarrillero se mostró abierto a explorar nuevas vías: “Sí, no tengo ningún problema. El fútbol es bueno en todos los lados”.
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