La reacción final del Celta nació en un fallo garrafal de Jules Koundé en el minuto 84. Poco después de la expulsión de Marc Casadó por doble amonestación, el defensa francés se durmió cuando lo tenía todo a favor y propició el 1-2 del equipo vigués, obra de Alfon.
La jugada tenía pinta de inofensiva porque un pase largo del Celta hacia Alfon lo interceptó sin problemas Koundé, quedándose de cara a su portería. Pero el lateral francés se durmió en los laureles y, además, cuando quiso pasarle el balón a Iñaki Peña falló de forma estrepitosa. Tan mal le dio al balón que se lo dejó muerto a Alfon, que venía en carrera y le robó la cartera.
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El regalo era demasiado claro y el atacante celtiña no lo desaprovechó. Se quedó solo ante Iñaki Peña y no tuvo problemas para superarlo, convirtiendo el 1-2. Un tanto que dejó ‘groggy’ al equipo de Hansi Flick, que ya jugaba con un futbolista menos, y que dio alas al de Claudio Giráldez. De hecho, poco después el Celta logró el 2-2 con el que concluyó el partido. Esta vez Koundé no se retrasó sino que se durmió ya en el terreno de juego. Visto lo visto, casi es mejor que siga retrasándose aunque le cueste la titularidad.
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