El Atlético de Madrid venció en su visita a Son Moix, ante el Real Mallorca. Con este triunfo se podría decir que completó una semana espectacular después de que, días antes, hiciese lo propio, ganar, ante uno de los equipos más potentes de Europa, uno de los candidatos para llevarse la Champions, el PSG.
El equipo de Simeone encara este parón de una forma diametralmente opuesta a la del anterior, a principios de octubre, cuando firmó sólo una victoria (Celta), en los cuatro partidos anteriores al paréntesis FIFA. Entonces, dos empates contra Real Madrid y Real Sociedad; pero sobre todo la goleada sufrida en Lisboa contra el Benfica, dejaron al Atlético en una situación de desasosiego, de dudas respecto a sus opciones tanto en LaLiga como en la Champions.
Ahora, al contrario, los del Cholo viven el mejor momento del curso por así decirlo. Acumulan, por primera vez en la temporada, cuatro victorias consecutivas. El conjunto de Diego Pablo Simeone selló el triunfo en Son Moix con un gol del argentino Julián Álvarez que lleva siete goles y una asistencia en 18 partidos.
El conjunto rojiblanco, tercero en la tabla, añade el triunfo contra el Mallorca a los conseguidos ante el París Saint Germain el miércoles pasado, frente a Las Palmas en la anterior jornada y contra el Vic en la Copa del Rey.
“Lo importante es que el equipo, después de aquel partido contra el Betis, ya ves cómo es el fútbol, que lo que hiciste parece enorme y luego se cae todo, que está todo mal… Charlamos e identificamos claramente lo que no debemos hacer y estamos en el camino. Ahora toca mantenerlo, que es lo más complejo, lo más difícil. Siempre digo que es como la vida, lo que hiciste queda en el recuerdo, es mágico, cómo te divertiste con la familia, con los amigos, con el fútbol… pero la vida es hoy, y te valoran por lo que haces hoy. Te queda en el recuerdo pero la gente vive del hoy”, explicó Simeone tras acabar el partido contra el Mallorca.
UN CALENDARIO PROPICIO
Una semana revitalizante que devolvió al Atlético a la pelea en la Champions League y que, gracias a la derrota del FC Barcelona en Anoeta ante la Real Sociedad, permite estar a una distancia como para no arrojar la toalla. Son siete puntos de diferencia con el cuadro catalán, que son muchos, pero desde luego no son los diez con los que se podía haber ido al parón. Una distancia que, sumado al cambio de tendencia de los colchoneros, permiten que en el vestuario del Atlético se entienda que se puede pelear. Con poco o ningún margen de error, pero se puede.
El calendario es otro de los factores que en el vestuario rojiblanco invita a ser optimista, porque los de Simeone se medirán a rivales en teoría algo más sencillos, antes de jugarse contra el FC Barcelona la última jornada del año. Si el Atlético de Madrid logra el pleno ante Alavés, Valladolid, Sevilla y Getafe, tres de esos partidos en el Metropolitano con lo que ello conlleva, en la caseta colchonera entienden que se podrá competir por todo.
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