El Atlético de Madrid – Alavés que acabó con victoria 2-1 de los rojiblancos en el partido 700 del Cholo Simeone en el banquillo rojiblanco nos dejó la acción muy protestada por el equipo vitoriano de la pena máxima de Abqar a los 73 minutos de partido. Penalti señalado por el colegiado catalán García Verdura y que Antoine Griezmann no perdonó, estableciendo entonces el empate a uno en el marcador.
La polémica vino como consecuencia de una posible falta en el salto del delantero del Atlético de Madrid con el defensa del equipo vitoriano. Que le hubiera desequilibrado el sueco, provocando que el balón acabó golpeando en el brazo del Abqar.
Pero la pena máxima no admite dudas, según establece la norma de las reglas de juego de la International Board y recoge además la circular arbitral que el Comité Técnico de Árbitros hizo oficial a principio de temporada. El gesto del defensa en el salto está dentro de las manos por posición antinatural. La norma dice:
«El jugador que ocupa con su brazo/mano un espacio mayor, corriendo un riesgo y, como consecuencia de ello, corta el pase de un contrario, un disparo a portería, etc. Este tipo de situaciones abarca casos en los que mano o brazo están claramente despegados y alejados del cuerpo o mano o brazo están claramente despegados por encima del hombro. «
Y es precisamente este último supuesto el que se produjo ayer por la tarde en el estadio Metropolitano. Eso explica que el colegiado que ni siquiera llamase al colegiado principal catalán para que fuera a revisar la acción al monitor de VAR. La mano está castigada según la normativa actual.
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