Si hay una persona en el mundo capaz de ganar su segundo Balón de Oro y plantarse tres días después explicando que lo vive como “algo normal y natural”, esa es Aitana Bonmatí. Y no lo dice de postín, expresa lo que siente. Es una chica de los suyos, de su pueblo, de un entorno a que se muestra eternamente agradecida: “Las personas necesitamos un buen entorno y yo en este sentido soy muy afortunada”, explica una Aitana que le da “las gracias a Ribes, a mis amigos, a mi gente, a los que me ayudan día a día a ser como soy”.
La futbolista azulgrana a pasado de “ver desde el sofá de casa, de pequeña, cómo Leo Messi levantaba balones y balones de oro”, a ser ella la que está encima del escenario. Confesó en un encuentro íntimo con algunos periodistas que “este año no estaba tan nerviosa como el año pasado, si bien entonces sabía que lo ganaría y en esta ocasión no era 100% seguro”. Lo que magnifica su figura es que tuvo claro que “si no era yo iba a ser una compañera, era obvio” y lo incluye como argumentario de su tranquilidad. Aitana ha pasado “de tener que comprarme yo las zapatillas a tener unas personalizadas por haber ganado el Balón de Oro, pero yo le doy normalidad”, aunque confiesa que “en el día a día, cuando vas por la calle, por ejemplo, la gente te conoce y hay veces, como todos, que no tienes el día y tienes que hacer buena cara, pero es parte de mi trabajo, lo acepto e intento hacerlo de la mejor manera posible”.
En París “no lo disfrutas, es un agobio, no tienes tiempo de tener una conversación con nadie” explica, y le hubiera gustado “llegar el día antes, dormir en París, levantarte tranquilamente, dar un paseo y tomarte un croisant”, tan tópico como utópico.
De la trastienda confesó que “fue un orgullo recibir el premio de parte de Natalie Portman, una mujer que apuesta por el fútbol femenino y que es una grande en su mundo, como lo es Novak Djokovic, de quien recibí el primer Balón de Oro. Son momentos que no olvidaré en la vida”.
Siguiendo con lo ocurrido entre bambalinas, Aitana desveló una curiosa situación vivida con Lamine Yamal. “Me preguntó si el Balón de Oro llevaba mi nombre y le dije que creía que sí. Le dije si lo quería tocar y me dijo ‘no, no’, en plan que si no lo gafo”.
Aitana se congratuló de que “fue un gran día para el barcelonismo y en especial para el Barça femenino” y destacó “el buen rollo” entre la expedición azulgrana. Hasta se le escapó, como buena culé, una sonrisilla al asegurar que “están siendo buenas semanas”.
No quiso dejar pasar la ocasión de glosar la figura del centrocampista en el mundo del fútbol: “Me hizo mucha ilusión poder compartir el premio con Rodri, porque es un futbolista fuera de lo normal, no tiene redes sociales… y no sólo por eso, sino también por el pedazo de futbolista que es. En esta gala se puso en valor la figura del medio, que suelen quedar en la sombra, pero el motor del equipo somos los mediocampistas y me alegró poder compartir el premio con él porque además lleva dos años muy muy buenos”.
Aitana vivió totalmente ajena a la polémica con Vinicius y el premio en categoría masculina, pero sí dejó claro que ella “si me hubieran dicho que no lo ganaba habría ido igualmente a la gala, es cuestión de respeto”. Nada que añadir
DISCURSO EN CATALÁN
“Es mi lengua y cómo más cómoda estoy al hablar”
Aitana hizo una gran parte de su discurso en catalán aunque también habló en castellano, inglés y hasta saludó en francés. Preguntada por algunas críticas al respecto, dejó claro que “me ha llegado que me han criticado, pero no directamente, me ha llegado más el cariño y las felicitaciones”, pero sí quiso reincidir en que “en catalán me siento más cómoda y no nos tenemos que estar justificando cada vez que hablamos en catalán, porque cuando hablo en inglés nadie me dice nada. No sé qué problema hay con el catalán, yo creo que cuantas más lenguas sepas y hables es un tema cultural, es positivo para la persona, pero por lo que sea el catalán no es bien recibido en algunas partes, pero yo no cambiaré”
EL VESTIDO
“Elegí el blanco para no repetir el negro”
Una de las curiosidades de la gala fue el vestido que lució Aitana, y sobre él hubo debate en la charla con los medios. Aitana explicó sobre la elección que “la noche antes no, que me estreso. Unos días antes, la semana antes”. Hasta se animó a preguntar a los periodistas presentes “¿cuál os gustó más el de este año o el de año pasado”. Tras un breve intercambio de comentarios distendidos, Aitana reveló que “la metodología siempre es la misma. Te enseñan unos cuantos vestidos y eliges los que te gustan. Te los pruebas y este año para no volver a elegir uno negro, que sería lo fácil para mí que no tengo idea de moda, elegí el blanco, para cambiar también y que no fuera igual que el del año pasado, básicamente”
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