El escudo en el pecho, por Santi Nolla – Futbol

El himno titulado ‘L’escut al pit’ (El escudo en el pecho) fue el gran triunfador de la gala del 125 aniversario del FC Barcelona. El acto del Liceu estuvo especialmente marcado por la música, con el grupo del comisionado Armand Carabén, Mishima, siempre en el escenario, con un vídeo de Pep Guardiola interpretando en ‘play back’ una canción de Manel, la audición de los tres himnos finalistas seleccionados y el canto del Barça al piano con Joan Dausà. La canción final seleccionada fue coreada por todo el auditorio, repleto de leyendas blaugrana y del primer equipo de fútbol que, sin embargo, se ausentó porque tenía partido al día siguiente, cuando se le esperaba para cortar el pastel de aniversario.

Laporta hizo un discurso vibrante, con tonos de arenga y provocó que todo el público acabara aplaudiendo a las leyendas blaugrana que fue desgranando con prodigiosa memoria y elevado tono emotivo. Durante 25 minutos glosó las más grandes gestas del Barça en un relato-río acompañado de ovaciones, que llevó a los miembros de su directiva a levantarse para aplaudir cuando acabó el parlamento. El tono general del acto fue bueno. Se presentó la mascota, bien ideada, y existieron fases de humor, con la pareja Charly-Cruyff (siempre hubo exaltación del holandés volador) y un monólogo de Pep Plaza con mucha gracia en sus imitaciones, pero injustamente cruel con Núñez.

Se proyectó un sensacional vídeo con grandes goles y en las dos horas y media de duración del acto se reflejó el Barça sin un hilo conductor conceptual, con altos niveles de emoción, buen tono de los presentadores y algún fallo técnico. En este tipo de actos siempre hay carencias lógicas porque incluyen demasiado tiempo. No hubo una foto de todos los expresidentes con Laporta, que sí se hizo una fotografía con Sandro Rosell. Los ex no tuvieron ningún protagonismo salvo el recuerdo de Plaza de que Gaspart fichó a Messi. Gamper sí tuvo un amplio reconocimiento, Tito no, y se echó en falta un espacio amplio, potente y especial a La Masia, una de las grandes claves de la historia del FC Barcelona, aunque fuera citada por partes.