«Cuando ya íbamos 0-5, Benito me dijo: ¡’Parad’!» – Futbol

Hugo ‘Cholo’ Sotil (Ica, 1949) es un mito del FC Barcelona, leyenda de Perú gracias entre otras muchas cosas al gol que le dio la Copa América en 1975 y referente histórico del fútbol sudamericano. Pocos jugadores han dejado tanta huella en el corazón del aficionado culé al poco de llegar a Catalunya en la década de los 70. Aunque oficialmente perteneció al Barça desde 1973 a 1976, de facto fue su temporada de bienvenida, la 1973-74, la que le consagró de azulgrana al reconquistar para el club, 14 años después, la Liga con el memorable 0-5 al Madrid junto a Johan Cruyff de inolvidable compañero de ataque. En 1974, el fichaje del holandés Johan Neeskens para unirse a Cruyff le dejó sin licencia mucho más tiempo del que tenía previsto el club, que se creyó lo de la “rápida nacionalización” de Sotil. El trámite “fácil” se alargó más de un año y la estrella de Sotil en la Liga se apagó. Medio siglo después. el ‘Cholo’ sigue convencido de que en Madrid se temieron un Barça imparable con Cruyff-Sotil-Neeskens y por eso frenaron “el papeleo”. Estos días que coinciden con el 125 aniversario del club el ‘Cholo’ ha estado en Barcelona invitado por la Agrupació de Veterans. MD mantuvo una interesante charla con Sotil en una sala del Hotel Catalonia Plaza.

¿Cómo se siente otra vez en la ciudad?

Feliz. Muy contento porque después de cinco años nuevamente estoy aquí en Barcelona, donde la gente aún me recuerda y eso que han pasado muchos años. Está bien ese recuerdo.

El sábado estuvo en la cena de la Agrupació de Jugadors del Barça con Rexach, Asensi, Mora, Artola… ¿Qué recuerda de aquella época?

Y me acuerdo también mucho del arquero, Mora. Me dio mucho gusto verlos, pero lamentablemente no todos los ‘muchachos’ pudieron estar.

Usted es una leyenda viva del fútbol peruano, la generación de oro con Chumpitaz y Teófilo Cubillas, a quien iba a fichar el Barça pero finalmente se quedó con usted al verlo en acción. ¿Cómo fue aquella negociación?

En el 73, yo jugaba en Municipal pero soy hincha de Alianza y me tocó jugar contra el equipo de mi corazón desde pequeño. Y ahí estaban el ‘profesor’ Michels y Minguella. Marqué y cuando ya estaba en casa me dijo la señora que ayudaba a mi mujer: “Señor Sotil, hay unos ‘blancones’ que vienen a verle”. Le respondí: Yo hablo con ‘cholos’ y morenos, no con blancos”. Saqué la cabeza y era el profesor Rinus Michels y me dijo: “Señor Sotil, ¿quiere ir a Barcelona?. Y así fue…

Rexach y Asensi, con Hugo Sotil en el medio

Rexach y Asensi, con Hugo Sotil en el medio

Pere Puntí

¿Tardó mucho en decidirse?

Un par de horas…

¿Usted tenía en la cabeza emigrar a Europa en esa época?

No, no pensaba salir del club que me lanzó a la fama, que fue Deportivo Municipal. Cuando apareció el señor Rinus Michels me cambió la vida. Para bien. Recién me había casado. Jugué antes el Mundial 70 y tuve que venirme con mi esposa. Ya tenía una niña y embarcamos a Europa. Todo muchacho soñaba con llegar a uno de los clubs más queridos del mundo.

¿Qué le impresionó más cuando aterrizó en Barcelona y al Camp Nou justo cuando llegó Cruyff?

Primero me sorprendió cuando llegué al aeropuerto y vi tal cantidad de periodistas. Le pregunté a Minguella: “¿Va a venir alguna autoridad? ¿algún cantante?” Y me dijo que no, que me iban a entrevistar a mí…. ¡yo no estaba acostumbrado a eso!

Mucho se habla de la adaptación al fútbol europeo. Pero no le pasó factura porque su primer año fue el mejor en Barcelona…

Con mi selección ya hicimos una gira como de tres meses por África, toda Europa, Estados Unidos y así fui asimilando lo de estar lejos de casa. Cuando vine al Barcelona parecía que estaba jugando allí. Me sentía en casa.

Hugo Cholo Sotil, ex jugador del FC Barcelona

Hugo Cholo Sotil, ex jugador del FC Barcelona

Pere Punti

Y le dieron el dorsal 10…

Me la dio Asensi. El entrenador, Rinus Michels, también me facilitó las cosas.

¿Sabía que el Barcelona llevaba 14 años sin ganar la Liga?

Sí, me enteré rápìdo, nada más llegar.

Esa temporada está marcada por el 0-5 en Madrid. Usted anotó.

El quinto… dos hizo Asensi.

¿Esperaba el impacto de aquel 0-5? Se dijo incluso que hubo un ‘boom’ de natalidad a los 9 meses en Catalunya.

Cuando volvimos a Barcelona veía a la gente llorando y me quedé muy impactado. El Campeonato aún seguía, pero habíamos ganado al rival de siempre. Se notaba.

¿Recuerda alguna charla durante el partido con algún jugador del Madrid?

Con Benito. Le quise hacer una ‘guacha’ y me dijo: “¿Quieres seguir haciendo más goles? Parad”. Ya teníamos cinco. Benito ‘rascaba bien’ esa noche…

¿Qué otros centrales ‘rascaban’ más?

¡De Felipe! Y yo estaba ‘nuevecito’.

¿Usted respondía?

No, yo jugaba… y calladito.

Hubo mucha sintonía entre usted y Cruyff. Tanta, que incluso le puso el nombre de Johan a uno de sus hijos.

Sí. Sí, claro. Nos entendíamos dentro y fuera del campo. Él era callado; como yo. Pero Johan cuando hablaba, había que escucharlo. Si no, se molestaba.

¿En aquel momento usted ya pensaba que Cruyff sería uno de los mejores entrenadores de la historia?

Claro, porque como el mismo Guardiola, dentro del campo te guiaban como jugador. Es una alegría haber convivido viéndoles.

Hugo Cholo Sotil, ex jugador del FC Barcelona

Hugo Cholo Sotil, ex jugador del FC Barcelona

Pere Punti

Una de las anécdotas más celebradas del barcelonismo es de la Liga ganada en Gijón y la llamada a su madre. ¿Qué le dijo? ¿Recuerda la frase?

¡Sí! “¡Mamita, campeonamos!”.

Sigue siendo una de las frases icónicas del barcelonismo en toda su historia…

Parecía que estuviera todo escrito… Cuando salí del hotel, todos los periodistas sabían esa frase. Y eran las dos de la mañana en Perú. Ahora no me dicen ¿cómo estás, Cholo? sino “¿cómo está tu mamita?”

¿Estaba con Quique Costas en la habitación cuando llamó a Perú?

Sí… es quien se lo contó a todos los periodistas.

Bien contado, ¿no? Porque ha quedado para la historia.

Sí.

Luego vinieron los años más difíciles para usted. Por trabas burocráticas de encaje de número de licencias de extranjeros, estuvo fuera del equipo al llegar Johan Neeskens.

Es que me dijeron que en dos o tres meses estaría nacionalizado…

¿Fue dura esa época?

Sí, entrenaba y ¡ni en la banca estaba…!

Fue una lástima porque se perdió una química especial y una expectativa junto a Cruyff y Neeskens. ¿Usted cree que se hubiera ganado ya esa Copa de Europa que tardó unos cuantos años más en llegar?

¡Claro!… estábamos en el momento preciso. Ese era el anhelo de los muchachos, de Johan, del profesor Rinus Michels. Siempre nos inculcaba que tenía que quedarse aquí la Copa. Lamentablemente, no se pudo.

¿A usted qué le pedía el ‘profesor’ Rinus Michels cuando estaba en el campo y en los entrenamientos?

El cambio de posiciones con Johan. Él estaba arriba y luego él bajaba para que armara el juego demostrado esa campaña.

A Michels le llamaban ‘Mister Mármol’. ¿Tan duro era?

Era una persona muy fuerte, tenía su carácter, pero después era una ‘palomita’. Te ajustaba, pero te daba la libertad: “Juega como juegas en tu país”.

Él venía de una escuela física.

Sí, sí. Y decía: “Lo único que quiero es que cuando pierdas el balón vayas y la recuperes”.

Y lo hacía.

Y lo tenía que hacer. Siempre que recuperaba el balón iba al mediocampo y ahí se la pasábamos a Johan para que lo armara todo.

¿Sigue viendo partidos del Barça allí en Perú?

Sí, siempre.

Y de todo lo que vino después ¿tiene algún Barça preferido? El del 92 con Johan de entrenador, el de Guardiola, con Messi…

A mí me gustó mucho cuando estuvo Romario con Johan Cruyff.

¿Lo dice porque le recordaba el brasileño su picardía en el área?

Claro, yo vine una vez acá a Barcelona y ellos ganaron 5-0 al Madrid (1994). Estuve ese día. Vine de invitado y me quedé 15 días. Vi el ambiente con los hinchas, cómo vibraban con el club.

Siempre se dice que las victorias contra el Madrid son más que una victoria, pero el 0-5, aún con la dictadura franquista, tuvo un significado especial. ¿Notaba esa relación entre el Barça y Catalunya de ser más que un club?

Claro, sólo digo que no me dieron la doble nacionalidad porque alguien puso la mano ahí.

¿Usted cree que fue así?

Claro. Si Cruyff y yo hicimos cinco goles, con Neeskens iba a ser más difícil que nos ganaran, porque ese equipo ya estaba hecho. Pero lamentablemente no fue así. Después llegamos a jugar los tres pero no era lo mismo ya.

Por el poco tiempo que estuvo en el Barça, fue muy querido usted. También Neeskens. Dos iconos.

Neeskens era un jugador muy aguerrido y fuerte. Recuperaba bien, iba arriba bien, le pegaba bien al balón. Daba más tranquilidad.

Y luego estaba Rexach, que siempre dijo que correr es de cobardes. Ya corrían usted y Neeskens. Los centros de ‘Charly’ eran espectaculares.

El profesor Rinus Michels nos citaba y yo tenía que ir al primer palo siempre. En el quinto gol que hice al Madrid, todos esperaban que ‘Charly’ la mandara al otro palo, pero se olvidaron de que había ‘un chato’.

Está especialmente orgulloso de ese gol por eso. Por ser tan pícaro y cabecear siendo el más bajito.

Claro, me adelanté y cuando ya se dieron cuenta, ya estaba dentro.

¿Tiene vídeos de sus goles en el Barça? ¿Los mira?

Sí, mis hijos me los ponen.

Además de esos 16 goles de su primer año con el Barça, hizo el de la final de la Copa América 75, que para Perú fue lo más grande en su historia…

Yo no fui goleador, pero creo que tengo un promedio de 14 goles en el Barça. Y yo mismo me sorprendo de las estadísticas porque mayormente era ‘asistidor’.

Los partidos ante el Espanyol también tenían mucha rivalidad…

Sí, tenían un equipo muy potente. Tenían como ‘10’ a Solsona. Me gustaba mucho. Gambeteaba mucho y tenía gol. Y era muy querido.

¿Qué campo ‘costaba’ más?

Atotxa. Siempre había barro y el terreno subía un palmo.

¿De todos los cracks que ha visto en el Barça, Messi es el mejor?

Sí, en el Barcelona. El que llega acá y usa la 10 la rompe, como Maradona, Romario o Messi.

¿Qué le parece Lamine Yamal?

Le falta madurar aún al ‘muchachito’, pero va por buen camino. Tiene que explotar y que haga olvidar, aunque será un poco difícil, a Maradona o Messi.

¿Lo que más cuesta en el fútbol es mantenerse en la élite?

Sí. Ya llegará el momento en que explote, pero condiciones tiene para ser sucesor de Maradona y Messi. Jugando, Lamine tiene todas las características del talento sudamericano, es pícaro. Y eso es lo que le gusta a la gente.



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