El caso de Dani Benítez fue muy sonado y su testimonio sigue sorprendiendo pese a los años que han pasado. El positivo en cocaína del exfutbolista del Granada no fue el primero en la historia de LaLiga, pero sí que sentó un precedente por el tiempo en el que se dio. De hecho, tras la sanción impuesta hace diez años, Benítez prácticamente no se volvió a sentir futbolista y los malos tiempos por los que pasaba en ese momento fueron gradualmente a peor.
Ahora, el exfutbolista balear habla con total naturalidad de lo que pasó y asombra la manera en la que lo cuenta. Dani Benítez quiere dejar claro cómo no se deben hacer las cosas. En una entrevista con Salvados, en las que se trata también otros casos de futbolistas que cayeron en las drogas y lograron salir de ellas como Julio Alberto.
En dicha entrevista, el que fuera jugador del Granada habló sobre la secuencia de la noche fatídica. «Se alargó la noche y al día siguiente tenía que ir a entrenar. Iba muy borracho y no podía ir a entrenar», aseguró Benítez. «Estaban ahí unos amigos míos. Algunos eran muy amigos, los otros eran más conocidos que amigos. Me dijeron: ‘Tómate esto que vas a poder ir a entrenar’. Yo entrenaba al día siguiente, el sábado y jugábamos el domingo a las 12″, añadió.
La fortuna fue tan exigente que al día siguiente le esperaba una prueba antidopping. «Me tocó el control y ya está, di positivo«, afirmó Benítez a la pregunta del periodista Gonzo. Además, el exfutbolista aseguró que sentado en la sala, le explicó al doctor lo que había sucedido. «Me dijo que rezara todo lo que pudiera. Le dije: ‘No creo en Dios, si tiene que ser que sea'».
«Cuando me enteré, me faltó la respiración y dije: ‘Ya lo he perdido todo'»
En ese momento, Dani Benítez lo creía tener todo, pero a la vez no tenía nada. La muerte de su madre y su falta de ambición le llevaron por el camino que pierde a todos los futbolistas. «Yo no era feliz. Se me notaba en el campo. Comparas un partido de cuando estaba bien y uno de ese año y dices: ‘Está para dejar el fútbol‘», aseguró el futbolista.
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«Ya había conseguido lo que quería, que era jugar en Primera. Había perdido la ilusión. No tenía el apoyo de la gente y eso me mató. Para evadirme de mi trabajo, quedaba con los amigos, salía a algún sitio y si me bebía un par de cubatas se me olvidaba todo», finaliza Benítez en este extracto de entrevista publicado en Twitter.
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