Que la afición del Valencia está muy desencantada con el propietario de su club no es algo nuevo. Los valencianistas llevan años manifestándose en contra del millonario singapurense, que ha hundido al conjunto che en una mediocridad constante. Un propietario ausente al que parece importarle poco el club y que ha decidido hacer odios sordos a las constantes peticiones de los aficionados.
Para muchos, el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes y el deporte rey ha pasado a un segundo plano tras la DANA, que ha arrasado las poblaciones cercanas a la capital valenciana. Tanto el Levante como el Valencia, desde la masa hasta los trabajadores, como institución y como afición, han estado a la altura, albergando en sus estadios puntos de recogida.
El que no ha estado a la altura de la situación es Peter Lim, propietario del Valencia CF. Pese a que ya han pasado prácticamente dos semanas desde que las lluvias torrenciales aparecieron en la provincia de Valencia, Lim no se ha dignado a dar el pésame a las víctimas, que pertenecen a la sociedad que está vinculada a su club.
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Parece que la situación no va con él. Por el momento, no ha realizado tampoco ninguna aportación económica. El enfado de la afición valencianista ha crecido después de que su hijo Kiat subiera una foto tras una comida con David Beckham en una sobremesa en la que no faltó el vino. Una diferencia de realidades que parece no importarle a Peter Lim.
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