1. BUEN INICIO Y FINAL DEL PRIMER TIEMPO
Inició el partido con mucha autoridad el Barça ante un encogido Estrella Roja. Veinte minutos de buen fútbol orquestado por Casadó y De Jong dejando por delante a Pedri para hilar las combinaciones en los últimos metros. Para Raphinha y Lamine, buen negocio. Para Lewandowski, perfecto.
Con el once de Milojevic intentando formar la gran muralla para que los de Flick no pudieran pisar área, la primera sorpresa llegó a balón parado en el 13: Raphinha enrosca el centro con su zurda y la frente de Iñigo Martínez alcanza la pelota. Gol bien dirigido hacia el poste que no cubría Ilic.
Parecía que casi todo el encuentro se iba a disputar en campo local cuando sucedió lo inesperado: Spajic y Djiga se atrevieron a sacar la línea defensiva de atrás, se juntaron con Krunic, Kanga y el resto de compañeros obligando a los azulgrana a dejar de atacar de forma reiterada. Resultado, gol anulado y gol válido de Silas (fina picada ante Iñaki Peña) para empatarlo en el minuto 27.
Y aquí vino lo mejor del Barça en este primer acto, porque la respuesta fue volver a controlar el juego, presionar como al principio y atacar cuando Lamine Yamal, Pedri o Raphinha cambiaban de velocidad. Lewandowski solucionó el problema cazando un zurdazo repelido por el poste del espléndido Raphinha. A vestuarios con el daño del empate reparado.
2. ACOMPAÑANDO A LEWANDOWSKI
En el segundo tiempo los azulgranas arrasaron al Estrella Roja con otra puesta en escena convincente. A diferencia de la del primer tiempo, esta vez los goles dejaron liquidado el partido.
El propio Lewandowski hizo el 1-3 reverenciando los cien centros que Koundé puso ayer. Sin duda, su mejor partido desde que llegó al Barça. Sin tiempo de mirar el numerador, llegó Raphinha y rompió la ya poca esperanza del conjunto local. El brasileño ‘vuela’ en los partidos de esta temporada sobre el césped y Pedri es una máquina de generar fútbol elaborado y dañino. Los dos juegan cerca de Lewandowski y eso para el goleador polaco es como atacar el área con cuchillo, pistola y metralleta. Siempre desde la verborrea futbolera.
Quiso salir con gol Lamine pero ayer se tuvo que conformar con realizar pases de gol antológicos. Y aquí viene lo bueno de este excelente pelotero: no muestra signos de ansiedad. Como si hubiera jugado mil cuatrocientos partidos.
3. TIEMPO PARA EL BANQUILLO Y ANOETA
La superioridad azulgrana fue tan grande que a Flick le vino perfecto tener tantos minutos hasta el pitido final.
Fue metiendo jugadores al terreno de juego y el equipo no bajó la intensidad ni el hambre por seguir marcando. El quinto lo firmó Fermín y aunque el Estrella Roja se dio un último capricho, marcar el 2-5 vía Milson, el pequeño Maracaná asistió a un espectáculo de gran fútbol. Qué fuerte ver a Olmo y el mencionado Fermín también en territorio Lewandowski.
El Barça sigue escalando posiciones pero ayer ganó con tanta holgura que Flick ya apuntó hacia Anoeta. En Europa también se habla de este Barça.
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