Ayer se hizo oficial la llegada de Rúben Amorim al banquillo del Manchester United, que buscaba entrenador después de que hace unos días fuera destituido el neerlandés Erik Ten Hag. Y mientras el aterrizaje del ya ex entrenador del Sporting de Lisboa ilusiona en Inglaterra, en Portugal no se ve con los mismos ojos. Todo lo contrario. De hecho, los medios aseguran que el vestuario del equipo luso es un polvorín. ¿Por qué? Lo cuenta ‘O Jogo’.
Se cree que, con la marcha de Amorim, la estrella del equipo, Viktor Gyökeres (26), también se irá. Con él. En verano, a Old Trafford. Y eso intranquiliza tanto a la afición como a sus compañeros. ‘O Jogo’ asegura que pesos pesados del equipo, líder y en una buena dinámica incuestionable, tienen la mosca detrás de la oreja porque temen que si el pichichi del equipo se va, todo se puede ir al traste.
Entre los más molestos estarían Pedro Gonçalves y el exjugador del Lecce Morten Hjulmand, que se tomó la noticia como una traición por parte del técnico. Y es que el exjugador del Coventry lleva meses siendo uno de los delanteros centro más codiciados y cortejados del panorama europeo. Gyökeres lleva más goles que partidos hasta el momento: 20 en 16 disputados entre todas las competiciones. De ahí la preocupación.
Lee también
El ariete sueco tiene contrato blindado hasta el 30 de junio de 2028 y con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. Lo que convenció al nórdico para quedarse no fue el salario de 1,25 millones de euros por temporada, cifra fácilmente superable con un traspaso a un gran club europeo, sino la presencia de Rubén Amorim y Hugo Viana (apunta al Manchester City) como garantías del proyecto técnico. La marcha del primero, sin embargo, lo pone todo en duda.
Noticias en Maracaibo
NOTICIA DESDE: AQUI
Con la Noticia Primero!